Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

sábado, 30 de diciembre de 2006

Colorín colorado



Me perdía entre su sonrisa de niño y sus brillantes ojillos azules, que esperaban mis palabras, deseosos de magia y aventuras.
- Y entonces…el cazador salvó a Caperucita y a la abuelita del malvado lobo, que huyó al bosque. Caperucita regresó a su casa con su mamá, le contó todo lo que había pasado y le prometió que nunca más volvería a desobedecerla.
Él dibujó la alegría en su carita y apoyó sus mejillas entre sus manos.
- Y… - dije marcándole la frase que seguía.
Le guiñé un ojo, dudaba. Le susurré, y asintió.
- Colorín colorado… ¡este cuento se ha acabado! – exclamó dando un salto al que le siguió un abrazo.
Ojalá todo fuera tan fácil.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá todo fuera: Y colorín colorado...
Ojalá todas esas penas, ese dolor que habita en ti en esos días nublados...se vaya con esa magnífica frase...
Tan fácil como ver la sonrisa de un niño pequeño, tan cargada de inocencia y ganas de descubrir cosas, de verlo, observarlo todo...aunque si observa lo bueno, también observa lo malo...
Tal vez, en algún momento de nuestra existencia hemos querido decir: Colorín colorado, se acabó, basta...quiero pasar página, no volver...
Hoy me he dado cuenta de que tenemos mucho que aprender, y mucho que enseñar, pero sobretodo aprender, no todo en la vida es colorín colorado...y punto
Ojalá fuera tan fácil...
Te quiero hermanita(K)