Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

domingo, 10 de febrero de 2008

Fuimos lo que fuimos

La suerte está de mi parte, aunque a veces me haga falta más que un simple empujón...tarde o temprano saltaré.

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