Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

viernes, 27 de junio de 2008

La buena vida

Sí, sí, sí.
Le saco la lengua a los miedos, a las burdas competiciones, a lo que me hizo daño, a lo que no me valoró. Adiós con una sonrisa, la misma que recibe al futuro con los brazos abiertos.
Me pica el gusanillo de la curiosidad. Miles de preguntas se pasean por mi cabecita, en busca de ansiosas respuestas. ¿Qué va a ser de mí?, ¿cómo será esta nueva etapa?, ¿a quién conoceré?, ¿qué sentiré?, ¿qué viviré?
Sea como sea, no tengo prisa aunque sí muchas ganas. Quiero nuevas experiencias: nuevos rostros, más letras, más amaneceres y bellas poesías. Ahora sí, quiero saltar sin saber cuál es el lugar de aterrizaje. ¿Acaso importa? La inquietud muchas veces es buena, espanta al sedentarismo que va de la mano del conformismo. Por favor, ¡quiero sentir la vida corriéndome por las venas! Porque esto sí que es vida...la buena vida.

domingo, 22 de junio de 2008

Cosas que decir

Mientras resguardo a mis palabras en el silencio, me pregunto cuánto tendré que esperar para que se escuche mi voz. ¿Acaso llega una edad, un momento clave en tu historia, en el que las personas que llevan toda tu vida diciéndote que no sabes nada, que no tienes experiencia para comprender u opinar, valoran tus opiniones y te muestran respeto? Odio esa maldita manía que tienen muchos de despreciar al joven que deja entrever que tiene ideas propias, que no consideran otros puntos de vista más que los suyos propios, que están enjaulados entre sus propias verdades, incapaces de ver más allá de sí mismos. Siempre habrá alguien que tenga más edad, más cultura, más experiencia, para demostrarnos cuán equivocados estamos y qué ignorantes somos. Siempre alguien estará a tu lado, recordándote que no eres más que un insignificante ser que cree poseer la verdad entre sus frágiles sueños.
Ya basta. Quiero que por una vez se oiga a los locos que hablan solos, a los pobres ilusos que creen en la facilidad de sus proyectos, a los niños sabios que observan la vida con ojos tiernos, a los silenciados a los que nunca se tiene en cuenta, a todos los que tenemos cosas que decir, cosas que contar al mundo. Aunque haya quien no lo crea, todos tenemos derecho a decir lo que pensamos, por muy erróneo, incorrecto o estúpido que sea. Al fin y al cabo, él, ella, tú y yo, debemos admitir (por más que nos cueste) que no sabemos nada de nada por mucho que aparentemos.

jueves, 19 de junio de 2008

Saludos al estío

Llega la noche, aparecen mis verdades. Intento poner nombre a lo que me habita, no sé por qué ( aunque quizá sí) me siento tan extraña. La emoción me ha paralizado, son tantas cosas que siento, son tantas las cosas que llevo dentro...Cómo definir estos días, me faltan palabras. Esperaba algo diferente, esperaba actuar de una manera distinta, no contaba con toparme con inesperadas sorpresas, no esperaba las minúsculas estupideces en las que he caído. Mis expectativas, como casi siempre, han fallado. Y ahora, aquí sentada, conmigo misma, desnuda ante la evidencia y el blanco del papel, me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué no estoy tremendamente feliz? Ya ha acabado, por fin, la pesadilla terminó. Debería estar dando saltos de alegría y, sin embargo, me encuentro rara y ausente, pensativa y quizá un poco decepcionada. Pero bueno, las cosas a veces no salen como uno las planea y es lo mejor.

Ahora tener tanto tiempo libre casi me asusta. Puedo dormir hasta la hora que quiera, puedo leer al fin, sin preocuparme por deber estar haciendo otra cosa. Puedo salir sin la presión de tener que estudiar. Puedo escribir y dejarme llevar hacia donde la imaginación desee. Después de todo esto, esta libertad me hace sentir un intenso cosquilleo en el estómago. Supongo que no tardaré nada en acostumbrarme a lo bueno y aprender a disfrutar de todas las ventajas de estas maravillosas vacaciones.

Pero, voy creciendo. Y esto es una responsabilidad. Además de nuevos retos, veo de cerca nuevas responsabilidades. Es inevitable, es ley de vida. Sea como sea, en este estado de confusión, sigo asimilando que todo ha pasado y que ha llegado, el verano ya ha llegado.

viernes, 13 de junio de 2008

The rest is still unwritten...

Ya queda menos. La cuenta atrás: sólo tres días. Estoy deseando que pase muy rápido todo y terminar al fin. El consuelo para esta lenta tortura es el premio, un verano lleno de proyectos y tiempo para disfrutar, disfrutar muchísimo de cada segundo merecido.
Siento unas cosquillas deliciosas al pensar en todo lo que viene después de esta semana, de todo lo que me espera. Tan sólo un empujoncito más y se acaba, se acaba al fin.
En estos días me doy cuenta de todo lo que realmente he aprendido, de todo lo que he trabajado y que ahora me facilitan la labor de recapitulación y resumen. Sólo espero ahora que el esfuerzo se vea recompensado. Aunque no hay nada escrito, voy a tomarme un gran vaso de fuerza y positividad para saber, a ciencia cierta, que todo va a salir bien.

lunes, 2 de junio de 2008

Globos expansivos y constelaciones de palabras

Se calcula que en el cerebro humano hay cerca de 10 000 millones de neuronas, y el número de conexiones posibles es de 10 elevado a 800 (un 10 seguido de 800 ceros). En cambio, el número de átomos que los astrofísicos calculan para todo el universo es de 10 elevado a 100 átomos. Muchísimo menos que las posibles conexiones neruonales del cebrero humano. No hace falta hacer viajes interestelerares para descubrir otros universos, porque dentro de nuestro cerebro existen infinidad de mundos, que aún están por descubrir. - Enrique Páez en Escribir

En un mar de cambios, viento fuerte golpea al barco de mis ilusiones. Sonrío al encontrarme con el sol de cara, los sueños que se cumplen son como el chocolate que esconden los helados. No puedo esquivar a los nervios y a la incertidumbre, me siguen acechando a pesar de todo. Sin embargo, ahora lo vivo de otra manera. Soy un poco más libre, un poco más feliz con motas de tristeza. Como una pequeña burbuja, floto en el tiempo que me balancea mientras el reloj marca las horas que quedan. Es un consuelo y un gran alivio, refugiarme en brazos de mi amante, entregarme al deleite de cada uno de los significados que entraña esta poesía invisible.
Quisiera compartir tantos sentimientos, tantas emociones que ansían salir a la superficie. Aún las guardo bajo llave, previsora, como globos que poco a poco se inflan, alimentándose de la savia que destilo, sé que explotaré, deshaciéndome en pompas de jabón. Cada globo, un sueño, una idea, un proyecto, un deseo. Todo, mi universo, las constelaciones de palabras que me definen, que amo, que necesito. A él me aferro para escapar del tedio, a él viajo con cada pensamiento...