Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Comerse el mundo

Últimamente estoy leyendo con avidez todo lo que cae en mis manos. No es de extrañar. "Estoy de exámenes" y esa es la excusa perfecta para evitar el contacto con los apuntes. 
Septiembre está siendo el mes de los reencuentros, en este caso, con una de mis escritoras predilectas, la gran Rosa Montero. Después de vivir emocionada grandes momentos de reflexión de la mano de La ridícula idea de no volver a verte, me topé en casa de un familiar con Lágrimas en la lluvia. No dudé en pedirlo prestado, su argumento futurista me atrapó desde que leí la sinopsis. 
¿De qué trata el libro? 2109, Madrid, Estados Unidos de la Tierra. Después de numerosos cambios, la Tierra vive dividida en dos razas: humanos y tecnohumanos o replicantes. Los replicantes son unos seres que en principio fueron creados con objetivos claros, como combate o cálculo. Viven no más de 10 años, tras lo cual mueren. Bruna Husky es nuestra protagonista, una rep de profesión detective. Cuando su vecina trata de asesinarla, se ve metida dentro de una ola de suicidios y atentados de mano de su propia especie. Comenzará una investigación hacia el núcleo de lo que ocurre...
Reconozco que tengo debilidad por los libros utópicos, estilo 1984 o Un mundo feliz. Esas imágenes futuristas de nosotros mismos me hace plantearme hacia dónde vamos y si todos los avances tecnológicos no son más que un arma de doble filo, que mal utilizadas pueden hacer mucho daño. 
Rosa Montero no me ha decepcionado en este volumen que, según he leído, puede tener continuación. No me extraña, es un libro que te engancha sobre todo por la historia personal de la protagonista, una androide nada convencional. Compleja y profunda, Bruna nos hace reflexionar acerca del tiempo que vivimos, de nuestro pasado y de cómo los vínculos de nuestro presente pueden hacer que valga la pena ese futuro incierto que es la vida. Los personajes que se suceden a lo largo del libro transmiten emociones muy diversas, desde los "bichos" (extraterrestres venidos de otros planetas) hasta los propios humanos, mezcla de modernas cirugías e inquietantes borrados de memoria. 
He descubierto navegando por la web que han hecho comic el libro y puede ser interesante esa panorámica visual del libro. Investigaré pero por lo pronto os dejo una imagen. 
La faceta de articulista de Rosa Montero tampoco deja indiferente a nadie y hoy, emocionada tras leer su nuevo artículo, lo comparto aquí. Habla de superación a través de la vida de Alejandro Arévalo, este ganador paraolímpico que sonríe en la foto con sus medallas y, de cómo conocer las historias de otros nos ayudan a darnos cuenta de lo afortunados que somos y de cómo podemos comernos el mundo, si queremos. 




jueves, 12 de septiembre de 2013

Muere otro día


Una vez dije a alguien que amé, que mi cuerpo había vuelto a la vida, resucitando de entre los muertos, al estar enredado en el suyo. Así lo sentí, lo sintió toda mi piel, creyendo que sería tan eterna como el infinito. Expandiéndome, agitándome, abrazando. A veces creo que regalo las palabras con demasiada facilidad. Con generosidad, sin pensarlo dos veces. Como un beso que llevas mucho tiempo anhelando y ya no puedes sostener. Rápido, fugaz, intenso, efímero. Más, siempre buscando algo más, como una droga difícil de conseguir que cuando llega a ti te esclaviza. La pasión es una amante rencorosa, que te llena de heridas cuando se marcha, porque aprisiona tus muñecas. Y tira. Tira fuerte. Te arrastra con furia. 
Pero, contaré un secreto. He aprendido a domarla. Ya no será necesario morir, sólo me dejaré dormir un rato porque lo mejor siguen siendo los buenos días. 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Efímero

Mi amiga Sara me recomendó Bajo la misma estrella de Joan Green y, como aparte de una gran persona tiene un excelente gusto, agarré el libro en cuanto me lo prestó con muchas ganas. Debo admitir que teniendo un examen en menos de 48 horas, quizá habría sido más sensato esperar y digerir los textos de Freud que están esperándome. Pero, últimamente no me gusta ser tan responsable, sigo en una burbuja desde que mis sueños comienzan a hacerse realidad.
Siguiendo con mi historia...llevo una gran racha de buenos libros, pero buenos de verdad, de esos que no te dejan indiferente y que, cuando los acabas, te dejan como en stand-by un buen rato, dándole vueltas a algo que se mete en tu piel para siempre.
Bajo la misma estrella cuenta cómo se cruzan las vidas de Hazel y Augustus en un grupo de apoyo para jóvenes con cáncer. No soy de contar mucho de los libros, así que no destriparé demasiado, lo dejo a vuestra elección. Sólo decir que lo he devorado en menos de dos días, por su sencillez y su cercanía. A pesar de que habla de algo durísimo e injusto como es el cáncer, no hay dramatismo innecesario, ni paternalismos ni flagelamientos. Aún así, me tuvo veinte minutos llorando (aunque eso no es un dato muy significativo porque soy una llorona sin remedio).  Habla de amor, vida y muerte. Podemos resumirlo en que habla de la vida, porque al fin y al cabo, todo entra ahí.
Me pregunto por qué desperdiciamos tanto nuestro tiempo, en errores circulares que nos hacen tropezar una y otra vez sin dejarnos avanzar. Supongo que a fuerza de golpes nos calan las lecciones que están dentro de las personas y los hechos. Todo es efímero, pero eso lo hace más bello.

Algunas citas

Sin dolor, ¿cómo conoceríamos el placer?

Mientras leía, sentí que me enamoraba de él como cuando estás quedándote dormida: primero lentamente, y de repente de golpe. 

Hay infinitos más grandes que otros. Me fastidia que mi serie infinita sea tan breve. Pero no puedo expresar lo mucho que agradezco nuestro pequeño infinito. No lo cambiaría por el mundo entero. Me has dado una eternidad en estos días contados, y te doy las gracias.